dijous, 24 de novembre del 2011

El golpe de estado de Goldman Sachs a Grecia e Italia‏

M'ha arribat un correu reenviat i m'ha semblat tan encertat que he decidit penjar-lo. No sé de qui és el text i m'encantaria saber-ho perquè hi estic plenament d'acord. Si ho esbrino... penjo l'autor. 


Salut!




Yo no soy partidario de las teorías conspirativas sobre el gobierno del mundo, pero lo cierto es que los cambios de gobierno en Europa desprenden un tufo francamente insoportable.

En España, al menos por ahora, ha sido por las urnas, después del suicidio político de lo que en otro tiempo se llamó "socialdemocracia".

Sabemos lo que va a hacer Mariano. La teoría económica más elemental predice (y la evidencia reciente confirma) que sus efectos serán muy negativos para la economía: más recesión y más desempleo. Vamos camino de la "Gran Depresión del siglo XXI".

Los planes de austeridad "duros" que se van a aplicar en España no resolverán el problema del déficit público, que tiene sus raíces en la fiscalidad neoliberal. Probablemente lo agudicen, porque la depresión económica reducirá la recaudación fiscal más de lo que disminuya el gasto.

Tampoco resolverán el problema financiero de la deuda pública española, que tiene sus causas (igual que en el resto de la zona euro) en la existencia de estados que deben enfrentarse a la crisis como las regiones de un estado que no existe: sin banco central y, al mismo tiempo, sin un estado federal que garantice sus gastos.

Cuando el "fracaso" se consume, ya sabemos de donde vendrá el recambio de Rajoy. Mejor dicho: sabemos de donde no vendrá. No vendrá de la expresión democrática de la ciudadanía. Tal vez de algún banco.....

Hay que ver la cantidad de gente que trabajaba para Goldman Sachs....

Pero ellos tampoco resolverán esos problemas. Tal vez porque lo que se pretende no es en realidad resolverlos sino conseguir otros fines........
Sin duda, uno de los errores que se cometen al valorar las políticas públicas de estos últimos años es dar por supuesto que se aplican buscando el "interés general", aunque sea a costa de sacrificios. Se dice por eso que están "fracasando".......

La evidencia niega la mayor. Probablemente no estén fracasando sino que estén consiguiendo, exactamente, los fines previstos.....

Que cada uno saque sus propias conclusiones, pero la cosa pinta muy mal.

3 comentaris:

  1. Més info:
    http://contraperiodismomatrix.ning.com/profiles/blogs/el-golpe-de-estado-de-goldman-sachs-a-grecia-e-italia

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  2. Benvinguda a la blogosfera anticapitalista i salutacions, seguirem el blog, pinta molt bé.

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  3. Goldman Sachs se forra provocando hambrunas, per Carlos Enrique Bayo.


    Tan obsesionados andamos con la deuda soberana, la crisis del euro y la recesión del ladrillo, que nos hemos olvidado de los que están mucho peor que nosotros: los mil millones de personas que cada día se acuestan con hambre.

    Las hambrunas que aquejan al planeta tienen múltiples causas, desde las sequías e inundaciones causadas por el cambio climático hasta la industria de los biocombustibles, que quita tierras y cultivos a la producción de alimentos para llenar los depósitos de los grandes todoterrenos del mundo rico. Pero pocos saben que uno de los principales motivos de ese sufrimiento mundial –y de que cinco millones de niños mueran por malnutrición cada año en el Tercer Mundo– es la ingeniería financiera con la que los tiburones de Wall Street transformaron los mercados de futuros de las materias primas en una ruleta bursátil, con la que seguir enriqueciéndose, tras el pinchazo de la burbuja de las puntocom en 2000-2001.

    En realidad, a los primeros que se les ocurrió tan estupenda idea fue a los banqueros neoyorquinos de Goldman Sachs, quienes ya en 1991 crearon un nuevo instrumento especulativo, un índice de 18 productos básicos –del trigo, el cacao, el cerdo, el arroz o el café, al cobre y al petróleo– para que los brokers pudieran también jugar en lo que hasta entonces era un mercado especializado. A ese Goldman Sachs Commodity Index se sumaron después muchas otras grandes entidades financieras deseosas de aprovecharse de la llamada “apuesta de China”: la lógica creencia de que a medida que crezcan los ingresos de chinos, indios y otros integrantes de las nuevas clases medias de las potencias emergentes, consumirán alimentos de mejor calidad y en más cantidad. Una jugada segura.

    Es lo que la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (Unctad) denomina “financialización” de los mercados de productos de primera necesidad. Un fenómeno que se desbocó cuando los lobbies financieros norteamericanos consiguieron que el Congreso de EEUU aprobase por la vía de urgencia –para compensar a los mercados del colapso de la burbuja digital– una legislación que permitió a los grandes fondos de pensiones y hedge funds que empezasen a especular con derivados de esos índices de materias primas. Acababa de empezar el siglo XXI y tanto republicanos como demócratas abrazaban el credo de la desregulación financiera.

    El resultado fue tan espectacular como ignorado por políticos y ciudadanos: en sólo cinco años, las posiciones de los fondos en el mercado de materias primas pasó de 13.000 a 317.000 millones de dólares. Esa tremenda multiplicación especulativa buscaba, por supuesto, que los precios de esos productos básicos se disparasen, para obtener pingües beneficios con los astronómicos márgenes entre lo que se paga a los agricultores (fijado de antemano e invariable) y lo que se acaba cobrando a los consumidores.

    Y así fue. Según los cálculos de la Unctad, en la primera década del siglo los precios medios del trigo, el maíz y el arroz prácticamente se triplicaron… produciendo decenas de miles de millones de beneficios a los especuladores bursátiles, con los que compensaron sus pérdidas en las temerarias operaciones de las hipotecas subprime, los activos basura y los CDS. Entretanto, en 2008 estallaban revueltas del hambre en una treintena de países del Tercer Mundo, donde la mayoría de la población tiene que gastar en alimentos el 70% de sus ingresos y no puede costear ni la menor subida de precios; simplemente ha de pasar hambre.

    Ni siquiera la actual crisis económica global ha frenado ese encarecimiento de los productos de primera necesidad, pues el año pasado los precios de los cereales aumentaron en más del 60%.

    “El mercado de los alimentos se ha convertido en un casino”, declaró Joerg Mayer, de la Unctad, a The Guardian. “Y por una única razón: hacer que Wall Street gane todavía más dinero”.

    Público
    http://blogs.publico.es/eltableroglobal/goldman-sachs-se-forra-provocando-hambrunas/266

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